Además, es muy sencilla de hacer, resulta fácil conseguir los ingredientes y se tarda apenas 10 minutos.
Todo lo que necesitáis es:
- 1 taza de aceite de almendras, o de aceite de oliva 0,4º de acidez, o de aceite de semillas de albaricoque
- 2 cucharadas soperas de flores de caléndula
- 2 cucharadas soperas de flores de manzanilla
- Un frasco dosificador
- O un frasco o tarro con tapa de cierre hermético.
Se puede preprarar de 2 maneras:
Forma rápida: preparándola así conseguimos una loción fluida porque lleva agua. Echamos unos 5 cm de agua en una olla o cacerola y ponemos al fuego, añadimos la taza de aceite y las flores de caléndula y manzanilla y tapamos a medias la olla o cacerola y dejamos aproximadamente 1 hora a fuego bajo. Dejamos enfriar, colamos todo el contenido para eliminar los pétalos de las flores y la echamos en algún frasco con dosificador.
La forma más lenta es poniendo las flores en un frasco y añadiendo el aceite encima. Cerramos bien el frasco y se guarda en un lugar fresco y oscuro durante 6-8 semanas, agitando todos los días la preparación. Transcurrido este tiempo tendremos una loción concentrada de color anaranjado cuyas propiedades calmantes son ideales para eczemas e irritaciones de la piel, tanto de bebés como de niños y adultos.
Esta loción conviene que la guardemos en un lugar fresco para que no se ponga rancio el aceite y nos durará mucho tiempo porque no contiene ingredientes perecederos.
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